Los primeros motores de gasolina que
funcionaron fueron proyectados siguiendo el mismo esquema de los motores de
vapor.
En éste tipo de motores, el vapor
procedente de una caldera se hace expansionar en una cámara cilíndrica o
cilindro. La presión ejercida por la expansión del vapor empuja hacia adelante
una pieza metálica llamada Pistón (Embolo), luego el vapor pasa la caldera al
cilindro a través de la válvula de admisión, en el cilindro el vapor se
expansiona y oprime el pistón originando su descenso.
Cuando éste se acerca a la parte inferior
del cilindro, la válvula de admisión se cierra y la entrada de vapor se detiene.
Abriendo la válvula de evacuación el vapor contenido en el cilindro es
expulsado y el pistón retrocede a su posición original en la parte superior del
cilindro. Éste tipo de motor funciona siguiendo los ciclos. Un motor de vapor
tiene un ciclo de dos fases, siendo uno el movimiento ascendente del pistón a
lo largo del cilindro y el otro, el movimiento descendente del pistón.
Aunque muchos países han contribuido al
desarrollo y perfeccionamiento del motor de combustión interna y se han
producido ciento de millones de motores, muy pocos saben con precisión quién
fue el inventor y esto se debe a que la invención del motor de combustión
interna no puede atribuirse a una sola persona, ya que fueron las ideas
combinadas de varios inventores las que contribuyeron al desarrollo del primer
motor de combustión interna.
El francés Lebon ideó en el año de 1779
una maquina a la cual dio el nombre de "motor de combustión interna",
en esa máquina el inventor hizo arder cierta cantidad de gas combustible con
determinada cantidad de aire, dentro de un cilindro provisto de un embolo
(pistón) la expansión de los gases producidos por la combustión empuja al
embolo hacia afuera. Sin embargo la maquina no fue perfeccionada debido a la
muerte de Lebon.
Otro inventor el reverendo W. Cecil de
Inglaterra construyó un motor semejante al de Lebon e hizo arder una mezcla de
combustible de hidrógeno y aire. En la notas del experimento de Cecil se
encontraron indicaciones claras de sus proyectos, ya que expuso un motor
provisto de medios para transmitir energía y era capaz de hacer girar un eje a
una velocidad de 60 revoluciones por minuto, debido a la explosiones producidas
encima de la cabeza del embolo (pistón).
Lebon y Cecil descubrieron el fenómeno de
producir movimientos del embolo (pistón) y de eje, al quemar ciertos
combustibles en el cilindro de sus máquinas, sin embargo no lograron
perfeccionar estos inventos para ser comercializados, debido a los escasos
conocimientos sobre Termodinámica (ciencia que estudia los sistemas
caracterizados de forma global, por sus variables de estado: presión, volumen,
temperatura, sin tener en cuenta la estructura interna de los mismos), con que
contaba la ciencia en aquel tiempo. Sin embargo sus ideas contribuyeron mucho
al desarrollo del primer motor eficaz de combustión interna.
Otro inglés, llamado William Barnett,
ampliando los experimentos de Cecil y Lebon, encontró que para obtener una
mayor cantidad de energía era necesario comprimir los gases en el cilindro
antes de someterlos a la combustión. La cual contribuyo ampliamente a despertar
el entusiasmo entre los mejores ingenieros de la época, quienes procedieron a
experimentar ampliamente con el único propósito de convertir una simple
curiosidad de laboratorio en una máquina práctica que estuviera destinada a ser
una de las contribuciones principales en el progreso de la civilización.
Barnett como Lebon y Cecil, no pudo perfeccionar su máquina y fracaso al igual
que muchos otros que trataron de resolver los problemas de índole técnico que
implicaba la realización del tal idea.
En el año 1860, un inventor francés
llamado Lenoir alcanzó un adelanto considerable en el perfeccionamiento de las máquinas
de Lebon, Cecil y Barnett; pero tenía muy poco conocimiento sobre la disipación
de calor, por lo tanto sus trabajos no dieron resultado concreto. Lenoir
fracaso en sus esfuerzos de mantener su motor a una temperatura moderada de
manera que pudiera funcionar sin recalentamiento y tampoco logró aprovechar
parte del calor generado por la combustión de los gases dentro del cilindro
para mejorar la eficiencia del motor.
Otro ingeniero francés en 1862, llamado
Beau de Rachas, patentó un motor de combustión interna cuyo funcionamiento se
basaba en el "ciclo de cuatro tiempos". No obstante, aunque Rachas no
construyo un modelo de su invento, las teorías de su patente eran
suficientemente convincentes para poner en manifiesto su efectividad.
En las patentes Rachas se puede resaltar
los siguientes puntos:
1.- Alcanzar la mayor compresión de los gases,
antes de la combustión.
2.- Obtener la mayor expansión de los
gases durante la combustión, de modo que el pistón sea lanzado hacia abajo en
su cilindro con el mayor impulso posible.
3.- Alcanzar la mayor velocidad del pistón
dentro de ciertos límites prácticos, de manera que el pistón y por tanto el
eje, puedan permanecer en movimiento algún tiempo después de haberse aplicado
la fuerza de la expansión de los gases.
El principio de funcionamiento del motor
que tan detalladamente describió Beau de Rachas, es el utilizado en los motores
de combustión interna con ciclo de cuatro tiempos, debido a los esfuerzos de
dos científicos alemanes llamados Nicolaus August Otto y Eugen Langen, quienes
en la exposición de París de 1867 presentaron al público un motor de combustión
interna cuyo principio de funcionamiento estaba basado en la teoría de Beau de
Rachas. Por tal motivo el principio del ciclo de cuatro tiempos, también se
conoce con el nombre de "ciclo de Otto".

Después de todos los citados inventores y
científicos, el motor de combustión interna se expandió rápidamente, usando
carburante derivado del petróleo. Luego surgieron nuevos inventores que fueron
perfeccionando los distintos elementos y componentes de un motor de combustión
interna hasta la actualidad.
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